¿Que es el Autismo?

La palabra autismo, del griego auto- de autós, "propio, uno mismo", fue utilizada por primera vez por el psiquiatra suizo Eugene Bleuler. A partir de allí, L. Kanner, en Estados Unidos y H. Asperger, en Austria, describieron en 1943 unos cuadros clínicos que hoy se incluyen en los denominados Trastornos del Espectro Autista (TEA). A lo largo de los años transcurridos desde entonces la comprensión y la clasificación de estos trastornos ha ido variando, en función de los hallazgos científicos. 

El autismo es resultado de un trastorno neurológico que afecta el funcionamiento del cerebro, el autismo y sus comportamientos asociados pueden ocurrir en 1 de cada 500 individuos, en algunas fuentes se habla de hasta en 1 de cada 150. El autismo impacta al desarrollo normal del cerebro en áreas relacionadas con la interacción social y las habilidades comunicativas. Los niños y adultos con autismo típicamente tienen deficiencias en la comunicación verbal y no verbal, en las interacciones sociales y en las actividades de ocio y juego. Este trastorno les dificulta comunicarse con otros y convertirse en miembros independientes de la comunidad.

Típicamente aparece durante los tres primeros años de vida. En muchos casos los padres comienzan a observar las dificultades o alteraciones en el desarrollo, desde los primeros meses de vida de sus hijos y en la mayoría de los casos a los 12 meses de edad. En ocasiones, estos niños, además de ser autistas, tienen algún otro trastorno del desarrollo (retraso mental, motriz, Síndrome de Down, etc.) o bien, pueden ser lo que se conoce como el autista clásico o puro. En algunas ocasiones puede llegar a confundirse con esquizofrenia infantil.

Solo un pequeño segmento de los autistas llega a mostrar alto grado de inteligencia (Síndrome de Asperger). A la fecha las causas son desconocidas, aún y cuando desde hace muchos años se le reconoce como un trastorno del desarrollo. Salvo contadas excepciones, el autismo es congénito.

Hay un incremento de la tasa de afectados por autismo o por otros trastornos que se incluyen dentro del espectro autista, como el síndrome de Asperger, el desorden de Rett, o el autismo atípico, entre otros. Es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas y no conoce las fronteras raciales, étnicas y sociales. El ingreso económico, el modo de vida y los niveles educativos de la familia, no afectan la posibilidad de que estos casos se ocurren. No se conoce ningún factor en el entorno psicológico del niño como causa directa de autismo.

Hoy se utiliza la palabra "Autismo", para referirse a diferentes “Trastornos Generalizados del Desarrollo” (TDG) dentro de los “Trastornos del Espectro Autista” (TEA) como son, "Síndrome Autista", "Trastorno Profundo del Desarrollo", "Síndrome de Asperger",  “Síndrome de Rett” etc. Aunque hay algunas diferencias entre estos trastornos, son muy similares y aquellos que los sufren, experimentan muchas de las mismas dificultades durante su vida.

Los síntomas incluyen:

  • Perturbaciones en la rapidez de aparición de las habilidades físicas, sociales y de lenguaje: el habla y el lenguaje no aparecen o retrasan su aparición a pesar de que existan capacidades intelectuales evidentes. Anormal desarrollo social Retraso cognitivo.
  • Respuesta anormal a sensaciones. Cualquier combinación de los sentidos y sus respuestas están afectados: visión, oído, tacto, dolor, equilibrio, olfato, gusto y el modo en que el niño maneja su cuerpo/retraso en su desarrollo psicomotor (se golpea la cabeza, parece estar sordo, no responde a su nombre, aletea o juega con sus dedos repetidamente, llora continuamente sin motivo aparente, cóleras continuos)
  • Relación anormal con personas, objetos o acontecimientos, no obedece órdenes simples
  • Patrón de sueño anormal
  • Debido al gran apego que manifiestan por los objetos que les son familiares, los mínimos cambios a su alrededor son vividos como situaciones estresantes.

El Autismo aparece aislado o en conjunto con otros trastornos que afectan a la función cerebral, tales como infecciones virales, perturbaciones metabólicas y epilepsia. La forma severa del síndrome de Autismo puede incluir comportamientos extremadamente auto-agresivos, repetitivos y anormalmente agresivos. Una de las formas más leves sería el “Síndrome de Asperger” que suele ser acompañada con un grado de inteligencia alto y rapidez mental en las aéreas de su interés. Es importante distinguir el Autismo del retraso mental, ya que un diagnostico inapropiado puede tener como consecuencia un tratamiento inadecuado o ineficaz.

Se ha comprobado que el tratamiento más eficaz consiste en aplicar programas educativos especiales con métodos de modificación de conducta, acompañados de una intervención nutricional y dietética apropiada.